Los agentes montados cargaron por delante y persiguieron a los hombres, mujeres y niños que jadeaban volviendo atrás por el puente mientras blandían porras, látigos y tubos de goma envueltos en alambre de púas. Aunque se les forzaba a retroceder, los manifestantes no se defendieron.
Semanas antes, King había reprendido al fotógrafo de la revista Life, Flip Schulke, por tratar de ayudar a los manifestantes derribados por las autoridades en lugar de escabullirse. «El mundo no sabe que esto sucedió porque usted no lo fotografió» le dijo a Schulke, de acuerdo con el libro ganador del Premio Pulitzer “The Race Beat”. En esa ocasión, sin embargo, las cámaras de televisión capturaron todo el asalto y convirtieron la protesta local en un acontecimiento nacional sobre los derechos civiles.
Costó horas que la película fuera trasladada desde Alabama a la sede de la cadena de televisión en Nueva York, pero cuando se emitió esa noche, los estadounidenses se horrorizaron ante las imágenes y los sonidos del “Domingo Sangriento”.
Alrededor de las 9:30 de la noche, el reportero de ABC Frank Reynolds interrumpió la emisión del “Juicio en Nuremberg” (una película repleta de estrellas que exploraba el fanatismo nazi, los crímenes de guerra y la culpabilidad moral de quienes obedecieron órdenes y no se manifestaron en contra del Holocausto) para retransmitir las imágenes inquietantes y recién llegadas de Selma. Casi 50 millones de estadounidenses que habían sintonizado por la tan esperada primicia de la película no pudieron escapar de los ecos históricos de los soldados de asalto nazis en las escenas de los furiosos soldados estatales. “La yuxtaposición golpeó como un rayo psicológico en los hogares estadounidenses”, escribieron Gene Roberts y Hank Klibanoff en “The Race Beat”.
La conexión no se perdió en Selma tampoco. Cuando su establecimiento finalmente se vació clientes, un comerciante local le confesó al reportero de Washington Star, Haynes Johnson, el racismo institucional de la ciudad: “Todo el mundo sabe lo que pasa, pero intentan fingir que no lo ven. La otra noche vi “Juicio en Nuremberg” en el Late Show y pensé que encajaba perfectamente; es como Selma”.