Desde la Dirección de Informativos de TV3, tal y como ya habíamos hecho con la perspectiva de género, la violencia machista y la extrema derecha, decidimos formar a toda la redacción en periodismo antirracista. Yo tuve el encargo de buscar a las personas para hacerlo y desde el primer momento tuve claro que la comunicadora, escritora, activista y experta en racismo Desirée Bela-Lobedde sería una de ellas. La había seguido en su blog y a través de sus artículos de prensa y para mí había sido una guía de lujo. Todas las dudas que nos asaltan a quienes trabajamos escribiendo y haciendo periodismo —y que son muchas, si queremos ser rigurosos y explicar el mundo sin los estereotipos ni los clichés tóxicos a partir de los cuales nos han enseñado a mirarlo— quedaban desvanecidos cada vez que me los aclaraba y contaba ella. Su capacidad de describir el racismo enmascarado y sacarlo a la superficie para que seamos conscientes de ello es brillante, y no sólo sobre papel, también en sus cursos presenciales. Desirée se presentó ante la redacción con un arsenal de conocimiento bien resumido, bien expuesto y muy útil para detectar y repensar desde dónde y con qué ojos describimos —aún racistamente— la realidad. Y no fue sólo su preparación académica en conceptos clave como el falsamente creado 'racismo inverso', el privilegio blanco, las dinámicas de la opresión, los tentáculos del racismo institucional, etc., fue sobre todo su modo contundente y empático de explicarlos y hacerlos llegar lo que impactó tan positivamente en mí y en la totalidad de la redacción. Necesitamos formarnos y sacudirnos los tópicos y los malos hábitos. Necesitamos conciencia crítica. Necesitamos salir de los carriles donde el heteropatriarcado blanco nos ha situado para perpetuar el sistema, y contar con Desirée Bela-Lobedde para hacérnoslo ver es una oportunidad que ninguna redacción periodística o institución pública debería dejar pasar.