El texto que publico hoy no es de mi cosecha. Lo han escrito Aiala Atutxa y Nerea Zarandonam, dos mujeres vascas comprometidas con el antirracismo y preocupadas por la parodia con blackface que se hizo en el programa de humor Barre Libreak y que se emite en EITB, la televisión pública vasca.
Todo empezó cuando en el programa Barre Libreak se marcaron una parodia en la que aparecía un señor blanco interpretando a una mujer negra que hablaba euskera.
Algunas personas se movilizaron y comunicaron al programa y a la cadena su malestar por esta práctica racista. Ya se ha explicado en muchas ocasiones que el Blackface es innecesario y racista, y así lo manifestaron.
Para sorpresa de nadie, los actores y las actrices del programa aparecieron de nuevo defendiendo los límites del humor y haciendo mofa de las personas que les recriminaron el blackface, calificando a estas personas de ofendiditos, como se viene haciendo.
Yo, por si acaso, lo voy a recordar de nuevo. En el humor no vale todo. El humor ha de ser autorreferencial (personas o comunidades que hacen humor sobre sí mismas) o hacia arriba (dirigido hacia grupos en situación de mayor privilegio). Si el humor se hace hacia afuera de la propia comunidad y, además, hacia abajo (es decir, hacia grupos que históricamente han sido y son discriminados) entonces ya no es humor. Es perpetuación de estereotipos, y eso no está bien.
La respuesta del programa y, como ya he comentado, de sus actores y actrices fue la de la mayoría de las veces cuando se señala el racismo: defender lo indefendible. En ocasiones incluso con unos niveles de agresividad del todo innecesaria.
La cadena de televisión EITB, por su parte, no llegó a pronunciarse. Hasta que la semana pasada Antena 3 TV se disculpó públicamente por un patinazo épico en unos gráficos que aparecieron en su noticiero y que diferenciaban (como ha pasado en otras ocasiones) entre personas e inmigrantes, creo que nunca antes una televisión española ha hecho algo parecido con respecto a comentarios. Así que el silencio de la cadena tampoco es ninguna novedad.
Viendo que el programa seguía enrocado y en sus trece, las organizaciones antirracistas entraron en juego. SOS Racismo Bizkaia y 22 organizaciones, movimientos sociales, asociaciones y grupos, emitieron un comunicado de denuncia. En él explicaban de nuevo que la práctica del blackface es racista desde su origen por la caricaturización y la estereotipación que supone. ¿Funcionó? Spoiler: no.
¡Señoras , Señores y Señoros, tras el Black Lives Matter con todos, todas, todes ustedes llega el Blackface a través de su televisión pública vasca!
¿Black qué?¿Qué es eso?, ¿Una palabra en inglés?¡No, no eso no es de aquí, suena a esos de las tres kas o algo así. Allí ,en Estados Unidos o por allí lejos, lejos , todo eso está lejos de la puerta de mi casa como decía, Fermín Muguruza en su canción “Urrun“.
Veamos amiga. Como pacientemente nos explican una vez más desde Sos Racismo, “la práctica del “blackface” o personas blancas que se pintan la cara de marrón o negro para parecer personas negras con el objetivo de ridiculizarlas utilizando todos los estereotipos degradantes, surgió en 1830 en EEUU y es común en diversas fiestas tradicionales en Europa dentro de países como el nuestro con pasado esclavista y colonial.”
¿Cómo?,¿nosotras, nosotres, nosotros?, ¿esclavista y colonial?, ¡que no, que no! Que fuimos las primeras en dar la vuelta al mundo a bordo de la nave Victoria capitaneada por el gran Juan Sebastián Elcano. Esto de lo que me hablas no puede tener que ver nada con nuestro pasado.
“Desde su origen esta práctica es racista. Su representación distorsionada de las personas negras: no como seres humanos, sino como el “otro”, el exótico, el salvaje bestializado, constituye un ejercicio de violencia simbólica y refuerza de manera consciente e inconsciente los estereotipos negativos sobre la población negra que fue esclavizada y que en tiempos modernos vive el racismo social e institucional.”
¿En serio?, ¿están seguras éstas de Sos Racismo? Pero, ¡si es una broma, mujer!, ¡qué piel tan fina !, ¡ya no se va a poder hacer chistes de nada!, ¡no os pongáis así, si es graciosísimo!, ¡mira de qué buena calidad es el betún! Y los labios rojos exóticos quedan monísimos y la peluca de payaso es espectacular, y es rubia ni siquiera es negra.
“Las personas negras explican que se sienten ultrajadas, caricaturizadas, violentadas cada vez que ven a alguien disfrazada de “negro” o “negra”. Nadie se disfraza de blanco porque la blanquitud egocéntrica representa la “normalidad”.
Espera, espera, ¿las personas negras y racializadas se sienten así?, pero, ¿nos lo han dicho alguna vez? ¡Nunca lo había oído! Nunca he escuchado a una persona negra hablar sobre esto, ni hablar sobre racismo ni…¡ay! Igual es que nunca he escuchado a una persona negra, no sigo a ninguna persona así en mis redes, ni he leído libros escritos por activistas antirracistas negras y racializadas. ¿Puede que sea por eso que no me suena lo que me estás diciendo?.
Recuerdo haber escuchado a Irantzu Varela algo así como que te puedes reír de las personas más blancas o más ricas que tú, pero no de colectivos más oprimidos que el tuyo porque el humor si no es de dentro afuera y de abajo hacia arriba no es humor, sino que es opresión.
Y , eso que dicen las de Sos Racismo que la blanquitud egocéntrica representa la “normalidad”¿Qué es? ¿Otro concepto de Estados Unidos?. Te escucho.
“Muchas personas responden que en el blackface no hay intención de ofender; pero incluso sin intención, una persona puede adoptar prácticas racistas, normalizadas por el racismo institucional que deshumanizan y causan un profundo dolor a la población negra. ”
¿Quieres decir que nunca había reparado en esto porque el racismo es institucional? ¿Puede ser que el racismo lleve siglos impregnándolo todo hasta el punto de que las personas blancas lo tenemos interiorizado?, ¿O puede tener algo que ver con eso de que es una violencia que no atraviesa nuestros cuerpos blancos y por eso no la percibimos? Continúa, te escucho.
Bien, volvamos a lo del Blackaface de Eitb.
El programa Barre Librea emitió entre mayo y junio varios sketches en los que se interpretaba a una persona negra usando la práctica racista del blackface. El personaje está caracterizado con los rasgos habituales del blackface ya descritos.
Aparece con una imagen hipersexualizada en la vestimenta y el calzado, que resaltan cuando una niña la dibuja con dicha vestimenta y resaltando sus pechos. Otro personaje fantasea continuamente con ella, la acosa insistentemente con insinuaciones y propuestas a pesar de que el personaje referido muestra una y otra vez su incomodidad con dichas actitudes. También hace referencias a su “bonito color de piel”, “de donde tú eres”, “tú eres del lugar de donde eres”, su atractivo, o la de tiempo que lleva el actor sin mantener relaciones sexuales.
Por otra parte, su labor profesional consiste en cuidar a un anciano. Le asignan un nombre con mucha sonoridad de reminiscencia africana que no es habitual. La niña que aparece en el sketch aparece pintándose la cara porque dice admirarla y querer parecerse a ella (¿solo en el color de la piel?). Simulando que tartamudea y quería decir otra cosa la hacen pronunciar “txotxo beltza”. Otra actriz la llama “Baltasarcita”, como dando por hecho que a ese personaje siempre lo representa una persona blanca pintada. Se habla del inexistente idioma “senegalés” en lugar del wolof, que es al que se están refiriendo.
A ver, a ver, que yo he visto esos sketches y no me parece para tanto, es más, diría que el personaje está construido con mucho cariño y respeto y que es muy rompedor , incluso me atrevería a decir que rompe estereotipos.
¡Fijate!, si es una mujer moderna, negra, euskaldun, lesbiana y completamente integrada en Berritxu. ¿No es eso rompedor? ¿No rompe estereotipos? ¡Es muy de aquí, muy nuestra! Si casi no parece que es de fuera.
¡Oh, espera! ¡No me dirás ahora que hay lesbianas negras! ¿Es eso habitual y normal? ¿En serio que hay lesbianas racializadas? ¿En Senegal hay lesbianas? ¿Quizas podría haber lesbianas de todas las etnias, razas, creencias? ¡Soy feminista! Será que no he visto a las mujeres que no son blancas como yo, ¡menudo despiste!.
De todas formas, el personaje es euskaldun “peto- petoa”. Habla un euskera cerrado de Berritxu y tiene politonos de música vasca en su móvil. ¿Acaso no rompe estereotipos? Está totalmente integrada en nuestra cultura y nuestras costumbres, y eso esta bien porque si vienen aquí que se integren, ¿no?” Euskaldunok first” .
¿Me vas a decir ahora que en Euskal Herria existen personas negras, afrodescendientes, racializadas que hablan euskera? ¿Has visto alguna vez una persona no blanca en un euskaltegi o a alguna adolescente cursando estudios en euskera, o conoces a algún negro que hable euskera? ¡Que no, que no! ¡Que este personaje es súper rompedor, mujer!
Buf, espera, esto es eso del egocentrismo blanco del que habla Sos Racismo, ¿cierto?
Pero, otra cosa; el personaje es una mujer negra con una personalidad muy fuerte. De hecho, de una manera muy inteligente y paciente se la pasa poniéndole los puntos sobre las íes a otro actor ( que es más gracioso e insistente…). ¿Es que también existen mujeres negras empoderadas? ¿Existen las mujeres negras fuertes y valientes?.
Espera, espera ahora que lo pienso mejor, no rompe estereotipos sino que los perpetua y la construcción del personaje parece hecha desde el paternalismo y la supremacía blanca así como desde el desconocimiento absoluto del colectivo al que se caracteriza de una forma ofensiva según dicho colectivo. Además, ocupa el espacio de los actores y actrices negros.
Bien amiga, ahora te pregunto: ¿Qué hubiera pasado si este trato se le da a una actriz blanca en tono de mofa sketch tras sketch?
El hecho de que el personaje sea una blackface y que esté diseñado para hacer reír a un público blanco, no nos deja percibir la violencia que reciben las personas que están atravesadas por el racismo ya que el blackface consigue deshumanizar al colectivo .
Pero también leí el comunicado de Sos Racismo y escuché en sus redes hablar a una activista negra y no describían bien el personaje porque decían que era la cuidadora de la niña, cuando en realidad es la cuidadora de un anciano que está en una residencia.
Además, es que ¡no vale! Porque Sos Racismo Bizkaia y Sos Racismo Gipuzkoa no son lo mismo. Además, he escuchado en la radio y en la televisión pública vasca a una que estuvo allí, y dice que solo había blancas y ¡Jopé! ¡Eso no vale! También dijo que lo blanco no es siempre tan blanco, ni lo negro tan negro; aunque esto si sonó raro porque si traslado esta frase al machismo… si una mujer me dice que le ha dolido el golpe… ¡woow, la frasecita tiene su miga!
Pero también creo que, en mi opinión… Yo pienso que… ¡ay, perdón, que no se trata de mí ni de mi opinión! Me estoy poniendo en el centro cuando yo no soy la víctima, ¿verdad?
¿Sugieres que yo puedo tener actitudes racistas y que oprimo? ¿Yooo? Si tengo una amiga de Cabo Verde y un verano fui al país África de cooperante a vivir la experiencia! Y tú no sabes de qué color es el marido de otra amiga mía, así que cuidado porque igual haces el ridículo.
Me estás incomodando y me va a estallar la cabeza.
Calma amiga, dame la mano, estas en pleno brote de fragilidad Blanca, (Robin J. DiAngelo). Es normal. Nos pasa a todas las personas blancas cuando nos señalan actitudes racistas. A mí me las han señalado más de una vez y siguen haciéndolo y lo recibo con gratitud, me lo reviso, me informo, trato de controlar mi fragilidad y reparar teniendo bien calmadita a mi Salvadora Blanca.
Te cuento algo:
La reunión fue a la hora y el día que se programó desde la posición del privilegio blanco, con sueldo y seguridad social y ya sabemos cómo anda la gente últimamente buscándose la vida las veinticuatro horas del día y sin tiempo libre. Además, algunas terminan exhaustas de explicar y argumentar siempre lo mismo y optan por anteponer su salud mental.
En el día en el que envíamos este artículo, la dirección de EITB no ha pedido disculpas por el blackface como se le ha solicitado desde Sos Racismo y otras 22 asociaciones más. No ha aclarado por qué intenta desprestigiar a estas asociaciones desde las cámaras y micrófonos de la radio y televisión pública vasca que pagamos todas.
No se entiende por qué se ha hablado del contenido de una reunión privada dando datos inexactos, en tono agresivo e invisivilizado a las personas racializadas y migrantes que tomaron parte en la misma. Tampoco ha reparado el daño, ya que en las redes sociales del programa sigue habiendo imágenes del blackface.
También nos llama la atención lo rápido que sacó la dirección de Eitb un comunicado pidiendo disculpas por el caso de lesbofobia y cómo sigue callada con este caso.
Es por esto que la queja se ha trasladado al Ararteko y a la Defensoría del Espectador sin descartar presentarla ante más instancias si se continúa sin reparar el daño.
Para terminar, decir que somos mujeres euskaldunes, feministas y blancas en proceso de deconstrucción racista y que las ideas que hemos expuesto aquí no son nuestras, sino son argumentos que hemos aprendido de periodistas, escritoras, comunicadoras, humoristas formadoras y activistas como Desireé Bela- Lobedde, Moha Gerehou, Lucia Mbomío, Ijeoma Oluo, Brigitte Vasallo, Antoinette Torres Soler, Aamer Rahman, Sani Ladan entre otras.
PD: Basado en hechos reales. Ocurrió en Eitb entre mayo y junio del 2020.
Aiala y Nerea
Sobre el título de la carta
Le pregunté a Nerea qué significaba peto-petoa para poder entenderlo y también dar una explicación a personas que no son euskaldunes. Nerea me explicó que la justificación del personaje, blackface aparte, es que el personaje se ha defendido diciendo que es un personaje muy rompedor por ser un personaje negro con un acento de un pueblo muy cerrado.
Para algunos sectores euskaldunes, es muy integrador que una persona negra tenga un acento vasco cerrado como el que se entiende que se habla en el municipio de Berritxu. En euskera, euskaldun peto-petoa significa “soy vasca por los cuatro costados”.
Peto petoa, por tanto, remarca mucho la identidad euskaldun y por eso Aiala y Nerea han querido titular esta carta como euskal blackface peto-petoa, como forma de remarcar que se trata de una forma de practicar el blackface muy vasca.
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