Como pudiste ver en el último avance de vídeos, hace dos semanas, el jueves día 24 de abril, se impartía un taller de cocina senegalesa en el centro cívico de mi barrio.
Conozco al chico que lo organizaba, Sadio, y Madre también iba a estar por allí rondando, así que decidí que sería una forma diferente de pasar la tarde; además, Sadio me había invitado personalmente, y me apetecía ir, porque la cocina senegalesa es totalmente desconocida para mí.
Enoâ y yo volvimos de piscina, fuimos a buscar a Àfrica Uri al cole, y pasamos por casa a recoger mi cámara y el trípode. Afortunadamente mi casa queda a medio camino entre el colegio de las niñas y el centro cívico. Y, a su vez, todo está en un espacio que no lleva más de diez minutos caminando a paso normal de una persona adulta (con niños ya es otra cosa).
De camino al centro cívico, paramos a comprar la merienda para las niñas, y allá que nos fuimos, a ver cómo preparaban un plato riquísimo (ya te lo avanzo) y dos bebidas. Así que en este artículo te voy a explicar cómo se preparó este plato de chebu guinar -arroz con pollo-, y también como se prepara el zumo de jengibre y el bissap, una infusión hecha a base de hibisco.
Los ingredientes que se necesitan para preparar un chebu (arroz) guinar (pollo) para unas diez personas son:
Apio
Tomate
Cebolla
Zanahoria
Berenjena
Patatas
Puerro
Pimiento verde
Calabacín
Col
Ajo
Arroz
Pollo
Pimienta negra molida.
Sal
Dados de Avecrem de pollo
Agua
Aceite
Picante
Se trituran algunas de las verduras pasándolas por la picadora o la batidora (yo creo que, si encima tienes Thermomix, puedes hacer una sazón la mar de fina; si te animas a probar, me cuentas). Se añade un cubito de Avecrem y pone el pollo a sazonar en la picada de verdura, mientras en una olla se pone aproximadamente medio litro de aceite para freír el pollo.
Cuando el pollo esté marcado, se retira del aceite y se reserva. En el aceite de la olla se vierte la lata de tomate natural triturado, el puerro, la cebollla y el tomate para hacer la salsa. Si en la olla o en el plato en el que pusiste a sazonar el pollo quedan restos de sazón, los puedes añadir a la olla. Se añade otro cubito de Avecrem y algunas especias: el picante y la pimienta negra molida.
En la olla vertimos agua, vertimos las verduras, y las dejamos hervir durante unos diez minutos a fuego medio. Pasados esos diez minutos, se vuelve a añadir el pollo.
Cuando el pollo hace chup-chup, porque la salsa empieza a hervir, se baja un poco el fuego y se añade otro cubito más de Avecrem.
Retiraremos el pollo y la verdura, y dejaremos el caldo. En este caldo echaremos el arroz. Si quieres tienes la opción de lavar el arroz antes de incorporarlo al caldo; eso ya va a gustos.
Si, al echar el arroz, resulta que hay mucho más caldo que arroz, se saca caldo y se reserva. La idea es que el caldo y el arroz estén prácticamente nivelados. Cuando ya tengamos el caldo cubriendo el arroz, sobaja el fuego al mínimo y se tapa. A los diez minutos se comprueba cómo está.
Si el arroz sigue duro y el caldo se ha ido consumiendo, podemos ir incorporando entonces el caldo que habíamos retirado antes, pero se tiene que ir añadiendo poco a poco para controlar el punto de arroz: no interesa que el arroz se pase y quede demasiado caldoso.
Después de remover el arroz y de que quede al punto, se sirve el arroz en el plato. Recuperamos el pollo y la verdura que habíamos reservado y, en cada plato ponemos unas piezas de pollo y de verdura. Y ya tenemos el plato listo para servir.
Es una bebida fría que se hace a partir de la flor seca del hibisco. La flor de hibisco se puede comprar en colmados de comida africana. Lo ideal es preparar el bissap un par de días antes para que repose.
Para preparar el bissap necesitaremos:
Flor de hibisco seca.
Menta.
Azúcar vanillado.
Azúcar refinado.
En un recipiente se pone el agua con las hojas de menta, se tapa y se pone en el frigorífico. El día siguiente, cuando ya haya cogido un color rojo muy fuerte, se cuela la bebida varias veces para retirar los restos de las flores y de las hojas de menta.
Después de colar la bebida, se añade una pizca de azúcar vainillado y azúcar refinado al gusto. Opcionalmente, también se le puede añadir un poco de limón para darle un poco de sabor.
El bissap también es una infusión bastante digestiva y va bien, por lo que me explicaron, para tomar después de una comida copiosa.
Según Madre, que fue quien preparó el zumo de jengibre, esta bebida se hace al gusto de quien la prepara. Se pela y se lava el jengibre y se pone en una olla o cuenco que nos permita trabajar bien en él. Después se ralla con un rallador grande.
Se añade agua a la raíz de jengibre y se amasa y se prensa la pulpa del jengibre con las manos para mezclar bien el jengibre con el agua y que el jengibre suelte más jugo.
Cuando ya se ha prensado lo suficiente, se coge un colador para apartar el jugo de pulpa. Dejamos el jugo en un recipiente y reservamos la pulpa.
Después se añade azúcar al zumo y removemos. Si notamos, al probar, que el zumo está muy fuerte (es decir, si pica mucho), cogemos la pulpa, la volvemos a poner en agua, la volvemos a prensar y sacamos agua saborizada que añadiremos a nuestra bebida (poner agua sola rebajaría demasiado el sabor), y seguiremos removiendo.
La infusión de jengibre tiene múltiples usos para la salud. Yo la tomo, sobre todo, cuando tengo faringitis o cuando estoy resfriada.
Cuando ya hemos removido y ya se ha mezclado bien el azúcar con el zumo de jengibre. Opcionalmente hay quien añade zumo de limón, pero Madre lo hace sin limón porque le gusta mucho el sabor a jengibre. Yo no lo he probado con limón, supongo que debe suavizar un poco la sensación del picante; a mí me gusta así, directamente, sin mezclar. Cuando la mezcla está lista, se deja reposar en la nevera durante unas cuantas horas antes de servir.
Pues éste es el menú que preparamos en el taller de cocina senegalesa. Para mí fue una experiencia divertida. A Àfrica Uri también le gustó mucho; de hecho, cuando pasamos por casa, me dijo que quería llevar su delantal para ayudar, y Madre la dejó rallar un poquito de jengibre.
El chebu guinar quedó delicioso. El arroz estaba en su punto y el pollo estaba muy rico, tenía muy buen sabor.
El bissap, que no lo conocía, estaba buenísimo. Eso sí: si no te gustan las bebidas muy dulces, puede que te resulte algo empalagoso. Ahora que lo pienso, me recuerda mucho el sabor de la gelatina de fresa, pero líquida.
Y del zumo de jengibre no tengo nada más que añadir, porque me encanta.
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6 Comments
Qué rico!!! La verdad es que lo voy a probar este finde. Ya sabía yo que esto de las recetas culinarias iba a resultar! Me encanta, y parece fácil. Muchísimas gracias por publicar la receta.
Ole!! Cuéntame qué te parece!
Gracias por comentar!
Muhissima gracias por tu precioso trabajo y esperemos que venga mas gente el proximo dia 8 de mayo.
Me lo pasé muy bien, Sadio. Y eso que no me gusta especialmente la cocina… ¡pero me gusta comer!
No la conocía, por eso me parece muy interesante ver cómo, al final, casi todos los platos “de puchero” se acaban pareciendo. Así siempre tienes la sensaciónd e estar en casa, por muy lejos que estés de ella (me encanta el concepto “el mundo es mi casa”)
Besos!
Ay, Beatriz! Qué ricos, los platos de puchero, ¿verdad?
A mí también me gusta eso de “el mundo es mi casa”.
Un besote!