La historia de María del Carmen

Estoy contentísima de poder reabrir la sección gracias a la gentileza de Mari Carmen, que me envía su relato para publicarlo en la sección Historias de las Lectoras. La verdad es que me gustaría aprovechar que ahora hemos crecido tanto en Facebook para volver a publicar una nueva tanda de historias de las lectoras. Pero sí que es verdad que cambiaría la periodicidad de publicación, para que me duren más.
Historias de las lectoras, para mí, ha sido durante mucho tiempo un pilar muy importante del blog: son vuestras historias. Historias de verdad. Historias que van más allá del pelo. Historias que hablan de valentía, de autoestima, de redescubrimiento. Historias reales e inspiradoras.
No quiero extenderme más. Lo que quiero ahora es que conozcas a Mari Carmen y leas lo que tiene que contarnos.

La historia de María del Carmen

¡Hola! Mi nombre es María del Carmen. Soy de Cartagena, Colombia, tierra rica en diversidad racial, pero mayormente de población afrodescendiente.  Mi padre es mulato de cabellos lacios; mi madre, de piel blanca y cabellos afro. Soy la única de cuatro hermanos con esta herencia del cabello de mi madre, hermosa herencia, y hasta hace poco mal aprovechada por mí.
Desde los 15 años o un poco antes, mi madre había tonteado con cremas relajantes para mis crespos. Yo no tenía idea de cómo era mi cabello natural; solo sé que, al mínimo asomo de una hebra, mi misión era extinguirla ¡jejejeje!
Luego ingresé al mundo laboral y encima, como en muchos sitios tienes que lucir radiante, y la concepción general -equivocada claro está- es que el cabello lacio es el único que tiene cabida, me aferré más a los químicos desrizadores.

Harta de pasar malos ratos, cremas por aquí, quemaduras por allá, caída de hebras y mechones completos, le comenté a mi marido que quería saber cómo era mi cabello. Sin duda no lo pensó. Para mi total asombro, ¡¡¡¡¡¡¡me dijo que sí, que me apoyaba!!!!!!!
¡¡Hala!! No lo pensé. Les comuniqué a mis seres queridos más íntimos  y me tomaban por loca. ¡Jijiji! Sí lo soy un poco, pero ésta es la decisión que con más cordura he tomado… sin prepararme ni nada, un buen día desesperada tomé unas tijeras, dividí el cabello en dos y ¡zas! Pero no me hice Gran corte. Lo corté un montón, sí; pero con el corazón en la mano, FUE DURO DURO echar casi 20 años a la basura. Pasaron un par de meses y, superado un poco el duelo, rematé la obra. Hace un año exactamente de todo esto.
He vivido de todo. Desde que una señora en el autobús con voz alta me diga “que cabello más hermoso tiene usted” hasta pasar cerca de un grupo de jóvenes ¡y que se burlen en mi cara! Desde sentirme la chica con el cabello mas lindo del mundo mundial, hasta sentir malestar y decir “cómo me he metido yo en esto”. Me gusta todo lo que he vivido, lo bueno, lo malo, lo feo. De todo he aprendido y sigo aprendiendo. No soy la más dedicada, lo reconozco, pero nunca me falta un aceitito, una cremita hidratante y ahí voy reconciliándome con los twists.
Animo a todas las chicas que estén comenzando, si quieren sentir que están vivas, continúen el camino. ¡¡Esto sí que es vivir la vida, la la la la!!

Ésta es la historia de María del Carmen. Lo que me gusta de ella es que habla sin miedo de su experiencia, de cómo se ha aceptado y de cómo ha aprendido. Incluso de las experiencias negativas, que es lo difícil. Y también reconoce sin problemas haber tenido esas épocas de dudar; porque a veces las tenemos, y no tenemos por qué avergonzarnos. Se asume, se pasa y se sigue adelante.
Espero que la historia de María del Carmen te haya inspirado, y te haya servido.
Si tú, como el resto de chicas que ya lo han hecho, quieres compartir tu historia en el blog, envíame un mail a flor@negraflor.com, con el asunto “Historias de las lectoras” con las fotos que quieras (si es más de una, yo haré una composición) y publicaré tu historia en el blog, y las fotos en el álbum de la página de fans y en el tablero de Pinterest.

¿Tienes preguntas para María del Carmen?

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