Los días se van alargando, y la temperatura anima a vivir más fuera que dentro. Así que ahora disfrutamos más de las tardes en el parque, sin el acecho de la noche, el frío, la humedad y todas esas cosas que les cortan el rollo a los niños.
Con la llegada del buen tiempo, hemos desenpolvado las bicicletas -ya lo sabes- para salir con ellas (Chocolatina Mayor en su bici; Chocolatina menor en la sillita), bajar a jugar a la playa, y queremos hacer algún picnic también.
A Chocolatina Mayor hay que cambiarle ya la bicicleta. De momento lleva la bicicleta evolutiva de Imaginarium. Los Reyes Magos se la trajeron cuando cumplió tres años (nació el día 5 de enero); pasó de la moto correpasillos a la bicicleta sin pedales, aunque estuvo unos cuantos meses sin cogerla, porque el primer día se desequilibró y se asustó. Pero llegó el verano, se confió más, y empezó a coger mucho más la bicicleta.
Así que este año, cuando celebramos su cuarto cumpleaños, pidió que le pusiéramos los pedales. Y fue increíble lo rápido que se acostumbró a pedalear. Ahí nos dimos cuenta de lo bien que le había ido no llevar pedales, en vez de ponerle ruedines: adquirió un sentido del equilibrio brutal. Pero yo creo que, desde mi punto de vista, lo mejor de todo ha sido que, al no haber llevado ruedines, cuando se desequilibra, sabe sacar los pies de los pedales y ponerlos inmediatamente en el suelo, y así no se cae. De hecho, no se ha caído nunca. Eso creo que opera como ventaja frente a los niños que aprenden con ruedines.
Pero Chocolatina Mayor es más larga que un día sin pan. Y esta bicicleta, que en principio está pensada para la franja de edad entre los 3 y los seis años, se le ha quedado ya pequeña, así que tenemos que comprarle una bicicleta nueva, más grande (por favor, ¡que llegue ya la devolución de Hacienda!). Estamos pensando en comprarle esta, de Decathlon:
Es una bici de 20″, es decir, que es para la franja de edad de los 6 a los 8 años (de 120 a 135 cm), así que quizás le quedaría un poco grande. Pero estas vacaciones de Semana Santa, encontramos a una nena de su cole, que tiene 7 añitos y lleva una bicicleta así. Chocolatina Mayor le pidió a la niña que se la dejara, y la pudo probar. El problema era que el sillín estaba alto y no llegaba al suelo con los pies; pero a la hora de pedalear no tenía ningún problema, así que creo que nos decidiremos por ésta.
Aunque, en verdad, me gustaría que mi nena llevase una cruiser como la mía; una como ésta:
El inconveniente es que la marca Nirve es cara, y no ser que me toque el Euromillones (que ya podría ir cayendo, con la de veces que lo jugamos), no veo factible gastarme 400 euros en una bicicleta que, al fin y al cabo, habrá que cambiar en unos años. Si fuese la bicicleta definitiva, no te digo que no; pero de momento, no puede ser.
¿Y qué vamos a hacer con la bici evolutiva? Pues le volveremos a quitar los pedales para que la herede Chocolatina Menor, y así ya vaya ganando en seguridad y equilibrio, como ya hizo su hermana. Como también es muy alta, creo que, poniéndole el sillín lo más bajo posible, no tendrá ninguna dificultad. Pero, si eso, ya te lo contaré.
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4 Comments
Me encantan las bicis evolutivas, sin ruedines, mucho mejor para que se acostumbren a poner los pies cuando se desequilibren. Tu bici mola mucho, yo tengo una parecida y me encanta, y la bici del decathlon es genial no?? Ya nos contaras. A disfrutar!!! Un besazo
Pues sí, María. Yo también creo que las bicis evolutivas son geniales para que adquieran equilibrio rápidamente. Gracias por lo de mi bici!! Es súper molona, a que sí? 😉
Ya os contaré qué tal!
Besos!
Chica chica, que tesis doctoral sobre bicicletas 😉 pues supongo que al final todo se reduce a que la cria vaya cómoda y le sea fácil pedalear, lo mejor seria probarlas hasta dar con la que le vaya.
besos.
Si, chiqui, en la vida he hecho más tesis que desde que soy madre!! Jajajaja!! Sí, lo ideal es que pudiese probar un par de bicicletas diferentes, a ver qué tal se apaña con ellas. Ya te contaré.
Besos!