Triunfando en MNG

Esta semana he ido a mi tienda favorita, MANGO, a surtirme de algunas camisetitas para pasar el verano. Yo soy ChicaMango, de los pies a la cabeza. Me encanta vestir de Mango; además, en mi ciudad, la responsable de la tienda me conoce desde hace muchos años, así que compro en MANGO siempre, pero sobre todo en el de mi ciudad, porque, para mí, se ha convertido en tienda de confianza.

Por lo general, suelo hacer dos compras al año (bueno, ahora ya no tanto, porque compro más ropa para mis hijas que para mí, claro): una para la temporada de invierno, y otra para la de verano. Como tengo la tarjeta MANGO, suelo ir a principio de temporada, aprovechando que hay más surtido de tallas, me gasto unos 300 o 400 euros, y pago en tres meses sin intereses.

Pero la cosa es que tenía una tarjeta regalo de mi cumpleaños, todavía sin gastar, y estaba buscando la ocasión perfecta para utilizarla. Además, me llegó también un cupón del 20% de descuento, hasta el 30 de abril; y, aprovechando que esta semana disponía de tiempo a mediodía, me fui para la tienda, y esto es lo que compré:

Encontré estas dos camisetas. La camiseta de la izquiera es una camiseta holgada con cuello barco y estampado abstracto; la de la derecha del mismo estilo, y el estampado de flores va bordado. Me gustan, y se pueden combinar con todo: jeans, una faldita (tendré que volver, jeje).

También compré tres camisetas de éstas, ajustadas, con escote cuadrado y espalda en corte mariposa. Cada verano intento comprarme un par o tres deéstas, porque les doy mucho trote. Igual que las camisetas anteriores, combinan con todo, porque son las básicas de cada temporada de MNG; y me gusta poder ponérmelas tanto con unos jeans, para salir a pasear, como con unas bermudas sport para bajar a la playa.

Y por último compré estas dos camisetas. La primera es una camiseta de rayas, con el cuello amplio, con bosillo fake de solapa y mangas de tapa vueltas; está también en verde y en rojo. La segunda es una camiseta holgada con cuello redondo y aberturas de botón en los hombros.

El caso es que la jugada me ha salido redonda, porque cuando me dirigí a la caja registradora y me cobraron las camisetas, una vez aplicado el cupón del 20%, la suma ascencía a 71,20€ y, teniendo en cuenta que la tarjeta regalo era de 40 euros, puedo decir muy orgullosa que las siete camisetas me costaron 31,20€.

Llegué a casa más contenta que unas pascuas porque, para mí -y para muchas, no nos engañemos- comprar constituye una verdadera terapia. Y si encima de comprar lo que quiero, me gasto poco dinero, considero que he triunfado.

Buena compra, ¿verdad?