Recogiendo premios

Hace unos días que tengo pendiente publicar esta entrada, así que hoy toca.  Yo que andaba tan tranquila por mis mundos de Yupi particulares (joder, qué odioso era Yupi, a todo esto!), y llego al blog de María, Mi pequeño Koala, y me encuentro con que me ha dado un premio al mejor blog pro-lactancia.

La recogida de este premio conlleva la respuesta a una sola pregunta, que es la siguiente:

¿Hasta cuándo vas a dar el pecho a tu hij@?

Respuesta: no tengo ni idea. Chocolatina Mayor se destetó hará cerca de un año (o sea, con algo más de tres años y medio), aunque el destete nocturno lo llevamos a cabo a los 16 meses: embarazada y con una sensibilidad brutal en los pechos, no podía pensar en seguir  amamantándola de noche. Chocolatina Menor sigue teteando. No sé hasta cuándo. Es algo que no me pregunto. Por lo tanto, no puedo responder. A ella le gusta. A mí también. Es ese momento especial. Además, últimamente, mientras tetea, le da por mirarme fijamente a los ojos, mientras me acaricia la cara, despacio, o me pone la palma de la mano en la boca, para que la besuquee. Es algo que no quiero perder.

Me paso, pocos días después, por el blog de Mousikh, Una mirada al otro lado, y me encuentro con otro premio más, el premio Supermamá:

Mousikh me hace entrega de este premio “por ser capaz de tener una vida social tan activa siendo madre de dos nenas preciosas” y por irme de desfiles con Lady A. ¿Que tenemos glamour? ¡Gracias, querida! En verdad, hacemos lo que podemos. La verdad es que toda esta vida social no sería posible si quien está a mi lado no se dejase “arrastrar” -cuando se trata de saraos familiares-, o no se quedase con las Chocolatinas -cuando se trata de saraos de chicas-.

Mi más reciente descubrimiento blogueril, Lady Vaga -que me tienes robado el corazón, ¡so perra!- me entrega el premio Introspección, que ya me había entregado Lady A con anterioridad, y ya respondí al cuestionario. Pero te dejo el enlace aquí, por si eres una mente curiosa -como la muá– y te lo quieres leer.

Y, de Abalorios, me traigo este premio, Abierto en verano, que Pilar tuvo a bien dejarnos a todos los que comentamos en la entrada anterior a la entrega del premio. Aunque, aprovecho para decirlo, es muy posible que yo cierre el blog quince días (mínimo) por vacaciones en agosto. Yo aviso.

La pregunta vinculada a este premio es:

¿Qué haces con tu mascota este verano?

Y fíjate tú que yo podía haber decidido no recoger el premio para no tener que contestar a la pregunta, pero, oye, menuda soy yo para hacerle ascos a un premio (por si no te habías dado cuenta ya). La respuesta es que no hago nada con mi mascota porque no tengo mascota. Y, si conseguimos no sucumbir a los envites de Chocolatina Mayor, seguiremos sin tenerla. De entrada, ella ya ha pedido un perro, una cobaya, peces y un conejito… y las únicas mascotas que le permitimos tener son… caracoles (y de los diminutos). Así que no hay nada que hacer con mascotas inexistentes. El día que no quede más remedio (que espero que no llegue), pues ya me plantearé qué hago con mi supuesta mascota. Mientras tanto, puedo respirar tranquila y no estar sufriendo porque he planificado unas vacaciones, el hotel al que voy no acepta animales domésticos y no sé qué hacer con mi vida, ni con la de mi mascota (mira, me huele a post, ¡oyes!). Pues ésta es mi respuesta.

A las cuatro os doy las gracias muy sinceramente.  Siempre digo, cuando los otorgo yo, que los premios son una manera de reconocer el trabajo y el esfuerzo de quien escribe un blog. No voy a ponerme en mode Falsa modestia On, por tanto no voy a decir que no me lo merezco y tal. Yo no soy así. Yo agradezco que se reconozca el esfuerzo y la dedicación que implican llevar un blog, y me supone un importante chute de ego. Así que, lo dicho. ¡Gracias!