Cosas que me cabrean

Hoy uso mi blog para dar voz a una de mis mejores amigas, que está que pega tiros por lo que está pasando en el colegio de sus hijos.

Colegio Escuelas Nuevas – El Palmar, Murcia

Soy una madre indignada y cabreada con el sistema. No encuentro consuelo con nada de lo que me dicen en las reuniones. Porque pienso en la dejadez e incompetencia por parte de la Consejería de Educación de la Región de Murcia en relación con lo que va a ocurrir en este colegio. El colegio de mis hijos. El colegio al que fueron mis padres hace más de cincuenta años.

 

Es muy triste que pudiendo haber sido evitado el desastre… se llegue a este punto.

Clausurado. Declarado no apto. En ruinas. Lo derriban.

La impotencia que siento la comparto con numerosos padres y madres de compañeros de mis hijos. Es peligroso que nuestros hijos y sus maestros continúen bajo ese techo… en eso estamos de acuerdo… pero la transición… la reubicación por aulas… ahí si que no debemos dejarnos pisotear.

Debemos estar unidos y no permitir que, por ejemplo, separen a hermanos de colegio, o los niños con necesidades especiales se vean perjudicados…por poner un ejemplo.

La Consejería pretende reubicar a los niños por aulas entre dos colegios de la misma pedanía; uno de ellos conflictivo y situado en un barrio marginal, Los Rosales. Y, por supuesto, la reubicación sería en aulas prefabricadas. Es decir, vayan donde vayan, mis hijos irán hacinados en dichas aulas.

¿Ha tenido que haber desprendimientos de paredes y techos para que la Consejería haga un estudio del edificio?. Me parece denunciable.

No podemos hacer nada porque no tenemos poder, pero sí podemos mover la noticia en medios de comunicación y redes sociales. El colegio se clausura. El nuevo lo construirán en un solar cercano, y tardarán mínimo dos cursos escolares en construirlo, con lo que eso supone. Los niños y maestros son los grandes perjudicados, y la Consejería moverá ficha según sus intereses.

Deben tomarse interés porque son los máximos responsables de “esta gran cagada”. Muévelo.

¿Por qué pasa eso? ¿Por qué se hacen las cosas así? En un colegio en el que ha habido pequeños desprendimientos de los cuales los profesores ya habían ido  informando, ¿por qué no se hizo nada? ¿Por qué si, se lleva a un perito para que estudie la situación del colegio, los responsables no toman medidas, sino que van poniendo parches para acallar a los profesores y a los padres?

Finalmente, parece que se empiezan a tomar medidas; se instalan dos aulas prefabricadas, se informa de que se va a recibir un dinero para reformar el colegio -dinero que, claro está, no llega-. Aún así, los profesores se plantan, y amenazan con no volver a las aulas en septiembre, debido al estado en el que se encuentra el centro.

Aún así, tiene que desprenderse un trozo de un muro del colegio para que el AMPA del mismo decida tomar cartas en el asunto, y empezar a enviar notas de prensa a los medios de comunicación para que se sepa lo que está pasando, puesto que desde la Consejería siguen haciendo caso omiso de las reclamaciones.

La persona de la Concejalía que se encarga del tema dice que el colegio se clausurará el próximo 1 de septiembre. Que disponen de un mes para reubicar a los alumnos en otros dos centros educativos. Y ahora hay que clausurar un colegio, y hay que redistribuir a los alumnos en dos centros… O sea, clases enteras con su propio profesor, pero en otro colegio… al que los niños deberán adaptarse, claro. Sus mismos compañeros, su mismo profesor, pero en un centro nuevo, con dinámicas diferentes, con muchos más niños y profesores… ¿masificación? ¿Y separar a los hermanos? ¿Que se dé el caso que dos hermanos puedan tener que ir a colegios diferentes? Me parece una locura. Conciliando, vaya. Facilitando las cosas a las familias. Me parece fatal.

Sobre todo me parece fatal porque es una muestra más de cómo la Administración la caga por inoperancia, desidia, dejadez, irresponsabilidad, ineptitud o loquesea… y luego pone unos parches de padre y muy señor mío. No creo sé si hay muchas posibilidades de arreglar mucha cosa cosa, ni sé qué acciones pueden llevar a cabo el colectivo de padres y profesores contra lo que está pasando. Sólo me hago eco de lo que está pasando.

Yo, desde mi pequeño espacio de reflexión y desahogo, he decidido dar voz a mi queridísima amiga, al resto de padres y a los profesores de este centro; tú, si quieres, y como dice ella, muévelo.