Viviendo como marqueses
Además de todo lo que llevo contándote estos días, también hubo tiempo para vacacionear como se merece. O, por lo menos, como a mí me gusta: una semanita en hotel, en régimen de pensión completa para que nos lo hicieran todo. Fuimos a vacacionear con mi Sista, su marido y su hijo, J., que tiene dos años y dos meses, y lo hemos pasado genial.
El lugar escogido fue el Vilar Rural de Sant Hilari Sacalm, un hotel de cuatro estrellas para familias, en medio del parque natural del Montseny, área declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO. La zona es impresionante, de altos árboles y vegetación abundante, frondosa, verde. El entorno nos ha encantado.
Ya habíamos veraneado en un Vilar Rural (la cadena SERHS tiene tres Vilars Rurals: Sant Hilari, Arnes y Cardona); hemos pasado dos veranos en el Vilar Rural de Arnes, y la organización del hotel es bastante similar, con la diferencia de que el Vilar de Sant Hilari tiene una gran ventaja frente al de Arnes: una gran extensión de césped donde los niños (y los adultos, claro), pueden jugar libremente, y donde los monitores del hotel organizan actividades y juegos.
La habitación ya la conocíamos, porque la distribución es la misma que la de la habitación que tuvimos en Arnes. Un espacio amplio, con un baño completo. Nos pusieron una cama de matrimonio y dos plegatines. Lo que hicimos fue usar sólo un plegatín y juntarlo a la cama de matrimonio, y ahí durmimos los cuatro.
Esta vez hemos tenido la gran suerte de que las habitaciones que nos han dado, tenían directamente salida al exterior, al césped, así que los niños han podido jugar delante de la habitación, descalzos en el césped, tanto como han querido. Entre ellos tres, o con niños de las habitaciones contiguas.
El hotel está pensado para atender a familias con hijos, y por eso tiene varias instalaciones para que los peques de la familia las disfruten. Hay una granja, en la que los niños, después de desayunar, pueden ayudar a los monitores a darles el biberón a los corderitos; también hay conejos que los niños pueden coger. Hay un corral con gallinas, y también otro con patos. A los patos los dejan salir del corral para que puedan salir a nadar al pequeño estanque que tienen delante de la granja. Los niños pueden dar de comer también a las gallinas y a los patos.
No es que a mí me guste mucho el rollo de la granja, la verdad. Me da que los animales se estresan bastante; sobre todo los conejitos, a los que van cogiendo muchos niños a lo largo de una hora. Se ponen nerviosos, los pobrecitos, con tanto crío. Además, hay niños muy pequeñitos, que no saben cómo cogerlos, se les escurren, los apretujan… una penita, la verdad.
El hotel también tiene un huerto que los niños pueden ir a regar cuando ya atardece, antes de la cena. La verdad es que tanto las Chocolatinas como J., el hijo de mi Sista, son demasiado pequeños, y el huerto les daba bastante igual. Ellos lo que querían era tocar a los animales. Todo el tiempo.
Además de la granja, hay en el hotel un centro de actividades, Ca La Masovera, donde se hacen otro tipo de actividades manuales; Chocolatina Mayor confeccionó un punto de libro. Bueno, uno no: tres.
Chocolatina Mayor se ha bañado en la piscina (Chocolatina Menor ha salido de secano y sólo se bañó el penúlitmo y el último día, de toda la semana que estuvimos). La piscina está descubierta desde las nueve de la mañana hasta las siete de la tarde. A esa hora la cubren, y sigue abierta hasta las nueve de la noche.
Hemos pasado unos días geniales, haciendo un montón de actividades, porque hay mucho para hacer, tanto dentro como fuera del hotel.
Dentro del hotel, además de las activiades en la granja, en el huerto y en Ca La Masovera, se organizaban otras actividades, sobre todo después de cenar, de 22:00 a 23:30 horas: disco infantil (y no tan infantil, que había muchas madres dándolo todo), gincanas, juegos familiares, bingo. Y cada día, después de comer, se visionaba una película infantil. Chocolatina Mayor las vio todas, mientras Chocolatina Menor y yo descansábamos; los dos últimos días, Chocolatina Menor también se apuntó a la peli, y la que descansó fui yo. Fuera del hotel se organizan también salidas, amén de que cada uno es libre de hacer las excursiones que quiera por su cuenta, claro está.
Como ya te he dicho, en entorno del Vilar da para muchas excursiones, además, como sabrás, la zona es conocida por sus fuentes. Mucha agua por los alrededores del Vilar; hemos hecho un par de salidas para ver fuentes. Salimos un día a ver la Font del Pic y Font Vella, y otro día fuimos hasta la Font de la Formiga.
Los paisajes me han gustado muchísimo, ya te lo he dicho antes. Todo tan verde, tan espectacular. No me digas que esto no es precioso:
El hotel también cuenta con un spa en el que poder disfrutar de diferentes terapias y masajes. No me preguntes qué tal están, porque no tengo ni idea. Y también disponen de una sala con unas máquinas de cardio -llamarlo gimnasio sería demasiado pretencioso-, y te la alquilan por ocho euros al día, para que puedas usar los aparatos.
Lo hemos pasado genial los días que hemos estado. Chocolatina Mayor se lo ha pasado en grande; es una niña muy sociable (no sé a quién sale), así que el último día, cuando la saqué de la piscina, un grupito de niños y niñas se arremolinaron a su alrededor cuando supieron que se iba; se despidieron de ella, le dieron besos (sobre todo las niñas, casi todas mayores que ellas), y hasta un par de ellas le dieron su número de teléfono. Me resultó muy emotivo que se despidieran con tantísimo cariño de ella. Tuve que hacer de tripas corazón, que casi se me saltan las lágrimas y todo, ¡oye!
Mi valoración: totalmente recomendable, sobre todo para ir con niños entre los cuatro y los diez u once años, que es cuando se lo pasan mejor y pueden disfrutar de todas las actividades. Hemos decidido que hay que volver. Ya te lo contaré.
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9 Comments
me han hablado muy bien dels Vilars rurals, especialmente de cara a los niños. Veo que tu lo confirmas
Suscribo totalmente todo lo que te hayan dicho de los Vilars. Son sitios geniales; no dejes de probarlos, Rosa.
Tiene una pinta genial, me ha encantado, muchisimas gracias por la recomendación. Me la guardo, porque aunque nos pilla un poco lejos, nunca se sabe y me ha gustado mucho como hablas de él. Muchos besos!!! que buenas vacaciones!!
De nada por la recomendación. Sí que te pilla alejado, pero en el tiempoecito que vais a estar por aquí, igual os podéis escapar algún finde, no?
Muchos más besos para ti!
Que envidia! tiene una pinta estupenda el sitio! Besos
El sitio es espectacular, nena. Totalmente recomendable!
¿Cómo que no sabes a quién ha salido la niña de sociable? Ni que sus papás fueran dos ogros, jeje. Qué fotos más bonitas, me alegro de que lo pasárais bien.
Jajajaja!! De ogros tenemos bien poquito, ya lo sabes tú. Han sido unas muy buenas vacaciones, la verdad. Gracias!
Exacto, vacaciones, y a disfrutar, Mabita!!
Jajajaja!! Sí, mi hija pequeña es muy alta 😉
Besos!