La semana pasada estuve en la asamblea de la AMPA del colegio de las Chocolatinas. AMPA, APA, AMPAA, o como lo quieras llamar, que alguien se me puso puntilloso en Twitter con el tema de las siglas de la asociación que nos engloba a los padres.
En la reunión, que se hace a principio de curso, se explica el funcionamiento del comedor, el estado de cuentas de la asociación y, si es necesario, se pide la colaboración de los padres, para lo que sea necesario.
Lo que quiero contarte hoy es la organización del tiempo de la comida en el colegio de mis hijas, porque la verdad es que me he quedado impresionada. No sé si en todos los colegios públicos será igual, pero yo me he llevado una muy grata sorpresa, y quiero comentártelo, porque me quedé ojiplática y patidifusa.
http://ampalosprados.blogspot.com/
El colegio de mis hijas es un CEIP, un Colegio de Educación Infantil (P3, P4 Y P5) y Primaria (1º a 6º curso), de dos líneas. Este curso, con lo de la eliminación de la sexta hora lectiva, todo el colegio hace el mismo horario, de 9:00 a 12:30 horas, y de 15:00 a 16:30 horas. Por lo tanto, el tiempo de comedor comprende de 12:30 a 15:00 horas. En total, en todo el colegio, son unos 230 niños que utilizan el servicio de comedor.
Las Chocolatinas, por lo general, no suelen quedarse en el comedor; sólo lo hacen en ocasiones contadas. Entre mi horario, mi darling y mi madre nos organizamos, así las niñas salen del colegio y descansan en casa. Cuando yo llego a las 12:30 horas a buscarlas, suelo cruzarme con las monitoras de comedor de infantil, que llegan a las aulas a buscar a los niños y niñas que se quedan a comer. Ahí empieza su trabajo.
El colegio cuenta con 18 monitoras de comedor -dos por cada curso, lo que significa una monitora por cada clase-, más una coordinadora. En el tiempo de comer, además de hacer lo propio, las monitoras trabajan con los niños la adquisición de hábitos: lavarse las manos, sentarse bien, lavarse los dientes… Sobre el tema de lavarse los dientes, el colegio ha desarrollado un programa de higiene bucal. A partir de P4, los niños se lavan los dientes en el colegio después de comer.
En P3 no se lavan los dientes, porque los ponen a dormir la siesta después de comer; pero a partir de P4 todos los niños se lavan los dientes. Para ello, se pide a las familias que se quedan al comedor, una pequeña aportación, y el AMPA se encarga de comprar los cepillos de dientes, los vasos y la pasta de dientes. Cada curso tiene los cepillos y el vaso del mismo color. Y a cada vaso y a cada cepillo se les pone la etiqueta con el nombre de su propietario.
Con el tema de permanecer sentados, que es algo que me llamaba mucho la atención, sobre todo con los niños de infantil, nos han explicado que el recurso que utilizan es sentar a los niños más movidos y que suelen levantarse en los puestos centrales de los bancos, entre dos niños de carácter más tranquilo y que no suelen levantarse.
Siguiendo con la adquisión de hábitos, a partir de P5, empiezan a manejar cuchillos, de los que no cortan, claro. Pero la idea es que aprendan, más que a cortar, a usar el cuchillo para ayudarse a recoger la comida y empujarla hacia el tenedor (en catalán se dice arrambar; no soy capaz de encontrar una traducción aproximada para el castellano. ¡Sorry!); la cuestión es que empiecen a utilizar el cuchillo, a familiarizarse, aunque no sea propiamente para cortar. Pero sí que se les explica a los niños qué es y para qué sirve un cuchillo, recalcando que no es un juguete, para que aprendan a darle buen uso.
A partir de primero de primaria, sustituyen los cuchillos por otros que sí cortan. Entonces ya les empiezan a dar la fruta para que la corten ellos mismos. Y, a partir de segundo curso, ya les empiezan a enseñar a pelar las frutas.En segundo curso, también retiran su propio plato de la mesa.
Por lo que se refiere a la organización de las mesas, A partir de cuarto de primaria, cada mesa tiene un responsable. Las monitoras dejan el menaje en la mesa, y es el responsable de la mesa quien se encarga de repartir los platos, vasos y cubiertos entre los comensales, y de pedir el agua y el pan para su mesa. A partir de cuarto curso, además, les permiten servirse ellos mismos el agua (con jarras de cristal) y aliñarse la comida; hasta ese momento lo hacen las monitoras.
Si hablamos estrictamente de la comida, el colegio dispone de cocina propia; se diseñan los menús, que son revisados por un dietista. Para ello tienen en cuenta alergias e intolerancias y cualquier otro tipo de restricciones por razón de dietas especiales o por motivos religiosos. Aún así, por lo que a dietas especiales se refiere, intentan que el menú de esos niños no difiera demasiado del menú normal, para que esos niños no tengan la sensación de que ellos comen diferente. Así, nos contaba la presidenta del Ampa que, un día que había tortilla para comer, a un niño intolerante al huevo se le hizo una “tortilla” de maizena y se le añadió colorante amarillo; así el niño tenía la sensación de que comía lo mismo que el resto de niños del comedor.
La carne que compra el colegio es ecológica; y ahora el colegio, junto con algunos colegios más de la ciudad, quieren introducir también la fruta y la verdura ecológica. La idea es hacer una especie de KM 0; comprando productos de proximidad, a productores de la zona y a precios asequibles, pero todavía no hay nada concretado.
La cocina del colegio está sometida a revisiones del Departamento de Salud cada tres meses; y también se llevan a cabo controles para evitar contagios; así que cada mañana, cuando la carne y el pescado llegan al colegio, se les toma la temperatura, para asegurarse del buen estado de las piezas; también se lleva un control de conservas.
Los aproximadamente 230 niños que usan el servicio de comedor entran a comer en dos turnos: el primer turno, que incluye a los niños de infantil, come a las 13:00 horas; el segundo turno lo hace a las 14:00 horas.
Entonces, como truquitos interesantes para conseguir que los niños coman:
Durante la comida, cuando hay mucho ruido y los niños empiezan a desmandarse, en vez de liarse a gritos, o castigarles, lo que hacen es apagar las luces de todo el comedor. Entonces los niños saben que tienen que quedarse callados y dejar de comer hasta que vuelvan a encenderse las luces. Ese momento, la coordinadora también lo suele aprovechar para dar mensajes a los niños: observaciones, felicitaciones, etc. La verdad es que me parece una alternativa original al grito y al castigo.
Los padres están invitados a probar la comida del colegio. A principio de curso se fija un día para cada clase, y los padres que están interesados, pueden ir a comer, a las 15:00 horas, que es cuando comen las monitoras.
En cuanto a la organización del tiempo libre después (y antes) de comer, los niños más pequeñitos descansan: se les pone unas colchonetas en su aula y se tumban allí. Se les pone música, se les lee un cuento… algunos duermen, y los que no duermen, descansan. Si hay algún niño en P4 que necesita descansar -sobre todo si son de los pequeñitos, nacidos muy a final de año- también les permiten dormir, si los padres comentan que todavía lo necesita.
Para los niños del resto del colegio, la Coordinadora de monitoras, en colaboración con la cocinera, suele proponer actividades; estas actividades no se hacen a diario, porque consideran que los niños ya van bastante dirigidos durante el horario escolar como para que en el tiempo de después de comer también se les obligue a seguir determinadas actividades.
Pero sí que han organizado juegos de patio, torneos de ping-pong, olimpiadas (con reparto de medallas y todo para los participantes). A partir de tercero de primaria también tienen la opción de ir a la biblioteca, que está a cargo de los niños de último curso. Ahora también están contemplando la posibilidad de hacer talleres de cocina fácil para los niños.
Como dato curioso, el año pasado, un curso (creo que fue 4º de primaria) celebró la cena de fin de curso en el comedor del colegio. La cena se hacía con motivo de que los niños terminaban el Ciclo Medio y pasaban al Ciclo Superior. Los padres estuvieron buscando restaurantes, pero antes la inviabilidad de encontrar un restaurate que diese cabida a 25 niños más los padres respectivos, donde no molestasen al resto de comensales, hablaron con la dirección del colegio, con el AMPA y con la cocinera, para celebrar la cena en el colegio. Y ahí la hicieron.
Por lo que cuentan, el menú fue muy barato (10 euros) y la comida estaba genial. Así que en la reunión se propuso la posibilidad de hacer más cenas de ese estilo en el colegio, como forma de recaudar dinero también para el AMPA del colegio, que, en estos tiempos de crisis, no es mala idea. Y para los niños, el lugar es genial: conocen el colegio, y pueden campar por él a sus anchas; y los padres también están tranquilos. Los niños están en un lugar seguro, así que pueden bajar la guardia -relativamente- y hacer una sobremesa tranquila mientras los niños corretean por las instalaciones.
Pues hasta aquí. Esto es todo lo que tengo que contarte del funcionamiento del comedor del colegio de las Chocolatinas. Insisto en lo que te he dicho al principio. No sé cómo lo harán en otros centros, pero el mimo, la atención, el detalle y las ganas que le pone todo el equipo que está con los niños a la hora de comer es para quitarse el sombrero.
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10 Comments
Pues me parece un planning estupendo, no? Yo tampoco estaba apuntada a comedor (en el primer cole se salía a las14:30 y en el segundo, me iba a comer al bar de enfrente) pero por las pocas veces que lo he probado, ni de broma estaba tan bien organizado. Me ha encantado! Besos!
Yo recuerdo cuando estudiaba; me quedaba a comer en el cole… y era una verdadera porquería! Las Chocolatinas salen ganando, definitivamente.
Me alegro de que te haya gustado el post, Drew. Besos!
Me he quedado con la boca abierta.A eso lo llamo. preocuparse e interesarse por la educación de los pequeños.
Lo que no entiendo es que exista tanta diferencia entre centros públicosy comunidades…
Cuando escucho a alguien hablar así de un colegio público me entra una envidia sana irremediable,ya que en mi caso la organización del centro donde acude mi pequeño deja mucho que desear.
Incluyo en esa mala organización principalmente a los encargados mas directos de nuestros pequeños, llegando a jefe de estudios e incluso la consejería de Educación.Y pienso que no es correcto descargar culpas en la falta de recursos (al menos como norma)sino que las ganas y la profesionalidad de en quienes confiamos a nuestros hijos es un valor en via de extinción en algunos centros educativos.
Por eso ENHORABUENApor haber encontrado un centro donde se OCUPANde la educación en todos los sentidos.
Charo Guijarro
Ay, Loles, sé lo que estás pasando. Y estoy totalmente contigo en que no sólo son los recursos los que determinan qué se hace y qué se deja de hacer en un colegio. La iniciativa, la predisposición y las ganas del equipo son muy importantes.
La verdad es que estoy contentísima con el colegio al que asisten las niñas; de momento, no tengo queja alguna.
Besitos!
ES muy parecido a lo que hacemos aqui, yo soy colaboradora en el cole, la gran diferencia entre el cole de tus hijas y las mías es que en el nuestro son en total 43 niños! jajaja…si 43 !! pero también nos lavamos los dientes, los niños se mantienen sentados, los mayores ponen la mesa en el recreo, el cocinero y el menú es excelente y muy buena calidad, nada de fritangas, y luego en el patio o salen a jugar o se van a la biblioteca, el año pasado yo no estaba de colaboradora, pero asistía sin ánimo de lucro después de comer, para los que quisieran ir a la sala de juegos en la que jugaban a juegos de mesa o pintaban y dibujaban.
Es muy bueno tener unas condiciones y un trato así !
Cuarenta y tres nenines, sólo? Bueno, casi que mejor, Cartafol! 😉 Aquí también se están planteando la posiblidad de instaurar lo de la sala de juegos de mesa. A ver si lo tiran adelante también.
Sí, la verdad es que el trato es genial! Besos!
Joder pues es para quitarse elsombrero como tu dices, me ha encantado como lo hacen, bien por ellos. Creo que puedes estar muuuy tranquila con la hora de la comida en el cole de las chocolatinas. Un besito. Muy buena entrada
Sí, la verdad es que son muy atentas, las monitoras. Muy amorosas con los pequeños; así da gusto. Y te quedas tranquila sabiendo que en el cole están tan bien.
Eso es un comedor y lo demás tonterías. Me gusta mucho el funcionamiento que tiene el de tus hijas así como los detalles tan estudiados, se nota que se han tomado la molestia en entender y atender las necesidades de los niños. Muchos comedores de empresa deberían tomar ejemplo en cuanto a detalles y atenciones con los empleados…
Sí, la verdad es que se toman la molestia de estudiarlo todo la mar de bien, en función de lo que necesitan los niños. Y eso es admirable.
Si las empresas hicieran la mitad, otro gallo cantaría…
Besos!