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Taller de sueños y cumpleaños infantil
Este fin de semana, sobre todo, nos hemos dedicado a hacer cosas con las Chocolatinas.
El sábado por la mañana, fuimos a otro de los Sábados Infantiles que organiza Abacus. En esta ocasión, la actividad organizada era el Taller de Somnis amb el Pallasso Anskari –Taller de Sueños con el Payaso Anskari-, que les explicó a los niños su Taller de Sueños Para Hacer Realidad.
El payaso Anskari presta sus servicios a ONG’s, escuelas, entidades humanitarias y otras organizaciones que ayudan a los niños que viven en situaciones de riesgo y conflicto para que recuperen al niño que llevan dentro.
Con esa intención, el Taller de Sueños tiene una doble función: cuando están en Catalunya, recorren bibliotecas y escuelas explicando a los niños otras realidades; en el taller del sábado, les explicó a los niños que él, de pequeño, tenía un sueño, que era el de ser payaso; y les pidió a los niños que dibujasen un sueño, para poder llevárselos a otros niños que viven muy lejos y que han dejado de soñar.
Sueños pintados por las Chocolatinas
El domingo por la tarde, fuimos al cumpleaños de V., la hija de nuestros amigos G. y R., que cumplió nueve años. Pasamos un rato muy agradable, charlando mientras las niñas -porque eran todo niñas salvo tres niños pequeños, de 4 años- jugaban.
La verdad es que se nota muchísimo la diferencia, de celebrar un cumpleaños de niños pequeños, de la edad de las Chocolatinas, a celebrar el cumpleaños de una niña de nueve años; nada que ver. Todo es como más controlado, más reposado.
El cumpleaños se celebró en la sala común de la zona comunitaria en la que viven nuestros amigos. La verdad es que me pareció una muy buena idea para poder celebrar el cumpleaños en otro espacio -soy enemiga de celebrar los cumpleaños en casa, qué quieres-, sin gastarse el dineral que implica hoy en día una fiesta fuera de casa.
Y, mientras no hacía demasiado frío, las niñas pudieron jugar a su aire en la zona comunitaria; otro acierto, porque así los padres podemos estar tranquilos mientras las niñas juegan en un entorno cerrado y seguro.
Mi amiga G., que es muy cocinillas, preparó, con la ayuda de R., su marido, toda la comida que se sirvió en la fiesta. Cup cakes, natillas de fresa, galletas de mantequilla, bocadillos y hasta cup cakes sin gluten, además del pastel, claro. Te dejo las fotos, pero primero te diré que dimos cuenta de casi todo, porque todo era delicioso.
Las Chocolatinas lo pasaron tremendo, sobre todo Chocolatina Mayor, que ama con locura a V., y poder estar con ella y con sus amigas -que son niñas mayores que ella-, le encantó. De hecho a Chocolatina Mayor le gusta mucho relacionarse con niños y niñas mayores que ella.
Chocolatina Menor, como siempre, estuvo a su aire, porque ella es así de libre. A ratos estuvo jugando con el resto de niñas; a ratos estuvo con nosotros, pero ella nunca se aburre; siempre encuentra algo con que distraerse.
Salíamos de allí a las 20:30 horas pasadas; y llegábamos a casa con las peques durmiendo en el coche; así que fue llegar a casa y meterlas en la cama, prácticamente sin despertarlas.
Ha sido un buen fin de semana, sobre todo para ellas.
