Sesión de moda, maquillaje y fotografía

Esther, mi fotógrafa particular

Cuando Esther, la otra mitad de Malabona (un día os hablaré de ella), me mandó un mensaje por Facebook diciéndome que una clienta suya necesitaba maquillar a una mujer africana, y me preguntó si me apetecía, no me lo tuve que pensar demasiado para decirle que sí.

Ella no me explicó mucho más, pero me puso en contacto con Yosune para que quedásemos de acuerdo y viésemos qué día podíamos hacer la sesión de maquillaje. Yosune es asesora de imagen, y además está a punto de titularse como maquilladora profesional, y por eso necesitaba maquillar a una mujer africana, como presentación del proyecto final de su máster.

Pero eso no era todo, la sesión de maquillaje iba acompañada de una sesión de fotografía a cargo de Cristian Viciana. Yosune me dijo que, a posteriori, tendría acceso al book que Cristian me hiciera esa día. Yo, por mi parte, le comenté que si, no había problema, me llevaría mi cámara de fotos y también haría algunas fotos; así que aquí tienes el resultado.

Quedamos por la tarde en la peluquería de Esther, en Terrassa, a la que llegué después de perderme, por supuesto, como es habitual en mí. También estaba Jazz, que estuvo un ratito por allí y subió algúna foto a su perfil de Instagram y de Facebook. Ya lo teníamos todo: la modelo, la maquilladora, la fotógrafa (Esther) y buena música.

El maquillaje llevó bastante rato: fondo de maquillaje, diferentes sombras, máscara de pestañas, barra de labios… de todo. Pero fue un rato muy agradable, la verdad, y me vino muy bien para tranquilizarme un poco después de los nervios por haber llegado tarde.

Lo que Yosune me pidió fue que, en cuanto al outfit para la sesión de fotos, llevase algo de  inspiración africana, por eso me puse una maxifalda de Mango con un estampado floreado, una camiseta negra, y un fular para hacerme un turbante. Y ahí fue donde entró en escena Esther.

Cuando hablé con Esther y le dije que Yosune me pedía un look africano, me dijo que no me preocupase, que ella me dejaba uno de los vestidos que ella cose. Y eso hizo: Esther me trajo un precioso vestido, muy sencillo,  largo, en un estampado de colores vivos, a conjunto con otra pieza de ropa para usar como turbante.

Una vez que Yosune terminó de maquillarme, salimos las tres hacia los coches para ir a casa de Cristian, donde tendría lugar la sesión de fotografía. Cristian resultó ser un chico muy simpático y agradable; nos recibió en su casa a Yosune, Esther, y a otra modelo más -a la que Yosune iba a maquillar de egipcia-, su madre y una servidora.

Y mientras Cristian acababa de preparar los focos y todo lo necesario para la sesión de fotos, Esther me sacaba algunas fotos más.

Después de que Cristian arreglase todo, y mientras Yosune maquillaba, empezamos la sesión de fotos. Cristian me dio unas cuantas indicaciones -entre ellas, que fuese muy natural- y me dijo que él es muy pesado, porque pide muchas cosas. Y a mí me piden naturalidad, ¿y qué hago? Pues el tonto. Para muestra, un botón.

La verdad es que fue una sesión de fotos muy divertida. Al principio estuve más cohibida (normal), pero la verdad es que Cristian me dio mucha confianza. Y, entre eso y que estábamos en petit comité, no me costó sentirme cómoda al momento y disfrutar de lo que estábamos haciendo.

Tengo que reconocer que la sesión no se me hizo pesada ni mucho menos. Fue una experiencia que me gustó mucho. Me sentí muy bien, y me divertí. Una experiencia más que poder contar en el futuro, me lo tomo así.

Después de terminar conmigo, y cuando Yosune terminó de maquillar a Georgina, Cristian la fotografió a ella, y terminamos Francesca y yo haciéndonos algunas fotos juntas, muy divertidas y bonitas, y que tengo muchas ganas de ver, aunque ya tengo las que hizo Esther, y que quedaron genial. Ahora solo me queda esperar el resultado final, y poder ver el book que hizo Cristian.

No puedo terminar el post de hoy sin dar las gracias antes que nada a Esther: si ella no hubiese pensado en mí y me hubiese puesto en contacto con Yosune, esto no hubiese pasado. También le doy las gracias por ofrecerse a hacer fotos de toda la sesión. Unas fotos muy bonitas, por cierto. Y por prestarme el vestuario para la sesión de fotos. Gracias de todo corazón, Esther.

También le doy las gracias a Yosune, por ese maquillaje tan bonito, y por hacer las cosas con tanto mimo y tanta profesionalidad. Y por ser detallista y querer hacer su trabajo de manera perfecta. Gracias, Yosune.

Evidentemente sin Cristian y su cámara, ¡no habría fotos! Pero no solo por las fotos, sino por crear un ambiente distendido y familiar. Gracias, Cristian.

Y a Georgina y a Francesca, madre e hija, dos mujeres encantadoras a las que no habría conocido de no haber sido por esta magnífica oportunidad de pasar una tarde genial.