Mi experiencia con los abusos sexuales

Antes de ir más allá, quiero avisar de que esta publicación puede generar ansiedad para personas que hayan vivido situaciones de abuso sexual o violación. Si es tu caso, lo importante es que te cuides y te preserves, así que te invito a que dejes de leer este post si en algún momento puede disparar tu ansiedad.

Dicho esto, publico este post para hablar de lo que me pasó el viernes 19 de julio por la noche, cuando el hombre con el que llevaba viéndome algo más de un año abusó de mí. El sábado por la mañana hice un directo desde mi cuenta personal de Facebook y desde mi cuenta de Instagram explicándolo. Hoy dejo aquí la grabación del directo para que, si no lo viste, puedas hacerlo si el tema te interesa.

Además de compartir la grabación del directo, vuelvo a compartir los títulos de los dos libros que mencioné durante la retransmisión:

• Mujeres que ya no sufren por amor, de Coral Herrera (Ed. La Catarata).
• La palabra más sexy es sí, de Shaina Joy Machlus (Ed. Vergara).

Aunque ambos libros están disponibles en grandes librerías, yo te voy a recomendar, como siempre, que apoyes el comercio local si te es posible, así que acércate a tu librería de cabecera y pregunta si los tienen. Y, si no los tienen, tal vez estaría bien que le sugieras a la librera o al librero que se haga con ellos y los ponga a disposición de su clientela.

Otra recomendación que hizo una espectadora durante la retransmisión es el corto Soy ordinaria, de Chloé Fontaine. El vídeo lleva aviso de contenido, igual que esta publicación, así que te recuerdo que, si crees que en algún momento te puede disparar la ansiedad, no lo veas. De hecho, yo lo estoy compartiendo sin haberlo visto, pero confío en el criterio de la persona que me lo ha pasado que, respecto al vídeo, dice lo siguiente:

Te mando el enlace al vídeo que te comenté. A mí me abrió los ojos infinito, y fue así como descubrí muchas cosas. Dura dos minutos, no contiene escenas ‘fuertes’, pero sí impactantes (por lo normalizado de la situación). Lo digo porque ahora quizá te toque un poco.

Ten en cuenta las palabras de Beatriz si decides verlo. Si no es tu momento, está bien; ya vendrán tiempos de más calma en las que puedas verlo.

Después, otra seguidora, Iria, me escribió por privado para recomendarme otra lectura. Iria está leyendo un libro que se titula “Cultura de la violación: apuntes desde los feminismos decoloniales y contrahegemónicos“. Iria me ha pasado el título por si podía ser de mi interés que, definitivamente, lo es y por si quería compartirlo con otras mujeres, y por eso le agradezco y lo comparto.

Insisto en que mi intención al compartir el vídeo es crear conciencia. En un principio había decidido compartirlo para que las mujeres sean conscientes de que esto ocurre. Tenemos que ser capaces de identificar estas situaciones como peligrosas, porque lo son; sin embargo y conforme escribo este texto, me doy cuenta de que las mujeres ya somos conscientes de que esto ocurre. De una forma u otra, lo somos: aunque no lo reconozcamos al momento como una violación. Sentimos una sensación de incomodidad. Algo dentro nos dice que las cosas tenían que haber sido de otra forma. Esa sensación es la que nos confirma que hemos sido violentadas. Así que lo sabemos. Por eso, ahora que lo escribo, entiendo que quienes tienen que tomar conciencia aquí son los hombres. Javi Royo me escribía después del directo y me decía esto:

También los hombres tenemos que poner en evidencia las actitudes machistas y violentas frente a otros hombres.

Y así es, chiquis. Son los hombres quienes sistemática e históricamente agreden a las mujeres y al resto de cuerpos disidentes de género. Y mientras los hombres que no agreden no den un paso más allá y frenen a los hombres que sí agreden, las mujeres seguiremos igual de desprotegidas. Por lo tanto, no me vale que aparezca un hombre intentando desmarcarse con un #notodosloshombres porque eso no nos sirve. ¿No eres como ellos? Estupendo: entonces signifícate y párales los pies a tus congéneres agresores. Eso sí sirve.

Para terminar, quiero volver a agradecer todos los mensajes de apoyo que he recibido desde que he terminado el directo, y todo el amor y los cuidados que me estáis mostrando en sus múltiples formas. Lo único que pido es que enseñéis este vídeo en vuestro entorno. No solo por lo que yo cuento, sino por todos los comentarios que las mujeres que lo han visto han hecho mientras yo explicaba mi historia que, desafortunadamente, no es solo mi historia, sino la historia de muchas. Y por eso, porque son nuestras, deben ser contadas. Comparte este contenido para que ayude a más personas.