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Soy de ascendencia afrocolombiana, criada en Galicia y ahora mismo residente en Inglaterra. Habiendo recibido comentarios racistas por todas partes (que por qué mi madre es blanca, que mi hermana tiene el pelo liso, que mi hermano es blanco, que tengo acento español para ser colombiana), aprendí que la belleza es cultural y lo personal es político.
Hasta los 18 años no estuve lo suficiente empoderada como para soltarme el pelo y salir a la calle, hasta entonces siempre con coleta o moños. Después intenté dominar mi pelo indomable a base de espuma diaria, y raíz de conocer a Desirée, pues todo se ha hecho fácil, y ahora me siento más cómoda que nunca en mi piel y con mi pelazo.
Llevo 3 meses utilizando los consejos que Desirée da a través de youtube y sus redes sociales. Me peino antes de dormir, uso aceite de coco, twisting y wrapping, y siento una mejora palpable en mi pelo. Gracias por tu activismo y que el ritmo no pare.

Sigo a Desirée hace meses en Twitter y con ella he aprendido (y sigo aprendiendo) mucho acerca de racismo y toda esa basurilla mental de la que todos estamos impregnados. He aprendido a ponerme en la piel de las personas afrodescendientes, a analizar todo con una perspectiva de raza (igual que ya lo analizaba con perspectiva de género) y a entender que a las personas blancas nos toca seguir escuchando, deconstruyendo nuestros prejuicios y utilizando nuestro privilegio blanco para luchar contra el racismo, el nuestro propio y el de los demás, especialmente el de la gente que tenemos en nuestro entorno más cercano, repensando y señalando actitudes racistas cuando ocurren.
Gracias a Desirée he sabido de lo importante de escuchar otras historias y darle espacio a otras voces y otros proyectos también y gracias a ello he conocido a otras personas racializadas super interesantes. Lo más guay que tiene Desi es que además de todo lo que aprendes de ella y a pesar de la seriedad de todos estos temas es super divertida y es una de las personas de las redes sociales que más me aporta a diario; también incorpora los autocuidados y la gratitud en todo lo que hace, que para mí es algo fundamental para navegar este mundo y ser felices en el camino.

Gracias a Desirée y a sus aportes sobre el cuidado y mantenimiento del cabello afro pude aprender a amar, a conocer y aceptar mi cabello y mi identidad. Conocí de sulfatos y de daño, de siliconas y texturas y de muchas cosas más; estuve a punto de perder mi cabello y jamás habría pensado en maizena, aceite de oliva o de coco para recuperarlo, pensaba que mi cabello jamás sería manejable y que por eso no era bonito, desconocía la belleza de la rebeldía con la que nace y crece mi cabello afro, desconocía la belleza de mi historia y el poder de mi ser, de no ser por ella seguiría alisando mi cabello y me hubiese perdido la oportunidad de conocerme y amarme como soy.
Desirée es una mujer que inspira cosas maravillosas.

De pequeña mis padres siempre me dejaron estar con mi pelo afro al natural, pero a medida que iba creciendo los comentarios racistas aumentaron y tuve que recurrir a los desrizadores, dejándome el pelo destrozado.
A día de hoy y gracias al activismo incansable de Desirée he aprendido a quererme a mí y a mi pelo (a pesar de que ya no tenga mi precioso 4C). Le agradezco por todo.

Empecé a seguir a Desirée hace un año aproximadamente y lo primero que me encantó fue su manera de expresar sus opiniones en relación al activismo estético, tema que yo desconocía.
Tengo el pelo muy rizado y me sentí comprendida, porque por fin alguien hablaba de algo tan característico en mí y que, a la vez, vivo (vivía) en soledad porque no encontraba referentes en los medios, en mi entorno. Así que empecé a mirar sus vídeos, a seguirla por Twitter (donde la había descubierto) y a aprender sobre las vivencias de lo que significa ser una persona racializada en este mundo occidental.
A través de ella y de todo lo que recomienda he ido entrando más en la conciencia de mi privilegio blanco y a pulir ciertas creencias y hasta actitudes racistas que tenía normalizadas. Para mí es un enorme placer aprender a escuchar, leer y aprender de Desirée porque, además de su ironía, me fascina su cariño, la manera cómo gestiona su cuerpo y su sentir, y cómo, a través de su forma de gestionar, se convierte en referente para muchas.

Conocí el blog de Desirée poco después de hacer mi gran corte. Yo intentaba aprender a ponerme turbantes para poder usarlos hasta que me creciera un poco más el pelo, hasta que aprendiera a cuidar de mi pelo natural, y Désirée me enseñó con mucha paciencia, y esta cercanía, tranquilidad y seguridad que siempre transmite en los vídeos, y en persona, porque en sus charlas transmite la misma calidez.
Lo mejor es que no solo habla del pelo, de turbantes, de activismo estético, sino que también habla de salud, física y mental. Me acuerdo de cuando Désirée hacía ejercicios en el salón, o cuando empezó a usar la chia en el desayuno, y enseñaba cómo usarla. Yo espero poder hacer a mis futuras hijas todos los peinados, los flus flus, y las hidrataciones que he aprendido con ella, para que aprendan a cuidar, y amar su pelo natural al igual que yo he aprendido, también espero ir a más charlas suyas.

Desde que sigo a Desirée en Twitter y Facebook me he dado cuenta de lo urgente que es que desde el feminismo se revise la cuestión racial. Escuchar las diferentes vivencias de mujeres racializadas me parece ahora esencial para llevar a la práctica el feminismo de hoy en día.
Además, me parecen indispensables sus aportes a la hora de criticar el cánon de belleza blanco. Gracias a Desirée he aprendido, en definitiva, que siempre vale más escuchar y aprender de lo que no se sabe ni se vive que tomarse una crítica estructural como algo personal.