Hoy, la historia que te traigo es de alguien especial para mí. Conocí virtualmente a Belén cuando empecé mi andadura por los blogs, en Ciberjenis (blog en el que colaboré durante cerca de dos años), en 2010. Cuando di el salto y empecé mi carrera en solitario en este blog, Belén me siguió.
Ella también es bloguera, y su blog, La isla interior, fue uno de los primeros blogs que conocí y seguí. Y de ahí, como ocurre en esas ocasiones mágicas, surgió un algo, no sé el qué, que hace que le tenga cariño y que ella también me lo tenga.
La primera sorpresa que me dio Belén fue el día que me mandó un e-mail diciéndome que le mandase mi dirección postal, que tenía algunos pañuelos y fulares que ella no iba a usar, y que quería mandármelos. Así, sin más. Sin conocernos apenas. No imagináis lo que agradecí y valoré ese gesto.
Alguna vez Belén, a nivel particular siempre (Belén es muy prudente), me había comentado los cambios que había ido instaurando en el cuidado de mi cabello desde que empezó a leerme. Y, de repente, me di cuenta de que ella tenía que participar en esta sección. Se lo comenté, y ella me dijo que ya se le había pasado por la cabeza, así que acabé de animarla. Hoy puedes leer su historia.
Hola, soy Belén del blog La isla interior y soy de Tenerife. No tengo el pelo afro, ni soy negra, pero sí que tengo el pelo rizado, que tiene muchas cosas en común con el pelo afro, y que a muchas nos trae por la calle de la amargura.
Toda la vida queriendo tener el cabello liso, suspirando por poder pasar la mano por la cabellera y notarlo lacio y suave. Mi madre tenía un pelo con un rizo más pequeño que el mío, y se daba la vuelta, y se casó con el pelo alisado.
En la foto de pequeña (tres añitos) se ve que tenía ondas, aunque peinadas. Luego, en la foto de la comunión, volvemos a ver otro intento de que los rizos no aparecieran. Mi madre me lavaba el pelo, me lo enjabonaba y enjuagaba bien, y luego me lo peinaba con cepillo, a veces al aire, y con secador siempre que me fuera a la cama, que ya saben ustedes que si se acuesta una con el pelo mojado se pudre… ¡jejeje!
La primera vez que fui a una peluquería de mayores, y aunque pueda parecer mentira, descubría que tenía rizos, porque no estaba allí mi madre amenazante con el cepillo, y me sorprendí muchísimo.
Me los quise dejar ya así, pero claro, antes no teníamos la gran variedad de productos para el pelo rizado que tenemos ahora y, o lo llevabas tal cual, o te echabas gomina o alguna espuma.
Lo he tenido de todos los largos, como pueden ver. Y alguna vez, muy de vez en cuando, cuando tengo un acontecimiento, bodas y demás, me lo aliso en la peluquería; pero en casa no tengo secador ni plancha, y nunca me he hecho un desliz, porque me daban mucho miedo.
Ahora, desde que descubrír los blogs de la Negra Flor y sus amigas y la técnica del co-wash, a mi manera me lo cuido con champú y acondicionador sin sulfatos, parabenos ni siliconas (Giovanni, de iHerb). Los sulfatos, porque a nuestro pelo seco y deshidratado no le hace falta detergente para quitar la grasa sino, al contrario, mucha hidratación. Me lo peino siempre mojado con el peine tipo tridente, y allí me doy la forma, ya sea con un leave-in o un gel que no tenga siliconas.
Durante un tiempo el pelo se pone algo raro. No desesperéis; volverá a acostumbrarse. Y siempre es importante un buen corte. Si no, tendemos a parecer triángulos equiláteros. Ahora lo llevo sobre los hombros, algo desfilado, y me lo puedo peinar con raya al medio o a un lado.
Un saludo a todas, y gracias a Negra Flor por darme la oportunidad. Ojalá a alguien le sirva de utilidad.
Belén.
Si tú, como Belén y como el resto de chicas ya han hecho, quieres compartir tu experiencia en esta sección, envíame tu historia por mail con las fotos que prefieras; yo haré una composición y la publicaré también en el álbum de fotos de historias de las lectoras, y en el tablero Pinterest.
¿Qué te ha parecido la historia de Belén? Comparte con ella y con todos nosotros tus impresiones.
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4 Comments
Esta mañana dejé un mensaje desde bien tempranito y oye que no me deja publicar de ninguna manera…Nenita, me daba mucha vergüenza, pero has hecho un montaje precioso. Muchas gracias por tus palabras y que se animen las de pelo rizado a comentar!!! Un beso muy fuerte.
Siempre ocurre lo mismo… las que lo tenemos liso lo queremos rizado y al contrario 🙂
Perdona no haber escrito antes pero con Disqus me resulta más complicado. Soy parte de La Blogueresca 🙂
Muy linda tu historia Belén, me has recordado a mi madre que siempre cuenta que cuando mi hermana era pequeña se pasaba el dia cepillandole el pelo (hasta 100 veces) para que se le viera liso jajajjaja. Disfruta de tus rizos que son muy guapos 🙂