El jueves de la semana pasada, 19 de diciembre, acudí a los cines Girona de Barcelona a la proyección del documental El escritor de un país sin librerías. Hoy quiero contarte por qué es importante que veas esta película. También voy a contarte por qué, además de verla, es importante que la difundas entre tus contactos.
El protagonista del documental es Juan Tomás Ávila Laurel. Es el escritor de Guinea Ecuatorial, país africano que fue colonia española hasta le 12 de octubre de 1968, que más traducido ha sido. Ávila cuenta con una extensa bibliografía que, a pesar de no estar disponible en su mayoría en español, se estudia en universidades norteamericanas. En su extensa colección de títulos figuran relatos, ensayos, novelas y poemarios, siendo una de sus obras más importantes Arde el monte de noche (Calambur Editorial, 2009).
El director del documental es Marc Serena, periodista y documentalista. Serena debutó con el documental Tchindas, que narra el día a día de las personas homosexuales y trans en la isla caboverdiana de São Vicente. La cinta estuvo nominada a mejor documental en los AMAA (Africa Movie Academy Awards) de 2016.
A partir de uno de los viajes de Juan Tomás Ávila Laurel a Malabo (capital de Guinea Ecuatorial), el documental explora la producción cultural del autor y su relación con su propio país, Guinea Ecuatorial, en el que no puede residir por motivos políticos.
Durante su estancia en la capital, Malabo, Ávila Laurel se encuentra con otras personas que residen en la capital y se dedican a la producción cultural a través de la literatura, las artes escénicas y la música. Así, el escritor se reúne también con Trifonia Melibea Obono, escritora; con Recaredo Silebo Boturu: poeta, dramaturgo y director de la compañía teatral Bocamandja. Mariano Francisco Ebana Edu, conocido artísticamente como Negro Bey, rapero, también participa en la conversación.
Lo que une a estos cuatro autores es su visión crítica sobre Guinea Ecuatorial. Ávila escribe sobre la situación actual del país; Obono cuestiona constantemente los roles de género dentro de la cultura guineoecuatoriana, las tradiciones patriarcales, la posición de la mujer en la cultura fang y la situación del colectivo LGTBI en el país. Por su parte Boturu, a través de su compañía, pone el foco en la defensa de los derechos humanos, la violencia y los problemas de discriminación por género. Negro Bey se dedica a denunciar, a través de sus letras, la situación social y política del país.
Tienes que ver este documental por una cuestión de recuperación de memoria histórica. En la actualidad son cada vez menos las personas que saben que Guinea Ecuatorial y España tuvieron un vínculo. De hecho el vínculo se mantiene a día de hoy, aunque no tengamos constancia.
También tienes que ver el documental porque te acercará a la realidad social y política de un país en el que todavía hoy el español es idioma oficial, donde se ve Televisión Española Internacional.
Y también tienes que ver esta película porque así conocerás no solo otra realidad, sino también la producción cultural creada por personas que luchan para acercar la cultura al pueblo en un país en el que, como dice el título del documental no hay librerías. ¿Te imaginas cómo sería vivir en un país así, sin librerías? ¿Imaginas la vida en un país en el que tu única forma de poder comprar literatura es encargándola a personas que viven en el extranjero y que van a viajar allí?
Así es cómo llamaban a Guinea Ecuatorial durante el tiempo que fue colonizada por España (entre 1778 y 1968). Guinea Ecuatorial es un territorio muy pequeño con una población actual de algo más de 1,3 millones de habitantes.
El presidente de Guinea Ecuautorial es Teodoro Obiang Nguema, un militar formado en Zaragoza, que tomó el mando tras derrocar del poder a su propio tío, Francisco Macías Nguema. Desde entonces, Obiang ha ganado todas las elecciones, manteniéndose al frente de la dictadura más longeva del mundo tras cuarenta años de mandato.
La situación en la que vive la población es mísera. Falta total de infraestructuras en calles mayoritariamente sin asfaltar que en la estación de lluvias se convierten en lodazales, cortes diarios en el suministro eléctrico y una conexión a internet con uno de los precios más altos del mundo en un país en el que la renda per cápita es bajísima.
Mientras la población vive sometida a una dictadura que ha sido declarada en varias ocasiones como uno de los regímenes más represivos del mundo.
Y mientras la población de todo el país vive sin librerías, con cortes en los suministros, sometidos a un régimen dictatorial que pretende mantener al conjunto de la sociedad en la incultura infundiendo el miedo a través de las detenciones y los encarcelamientos de cualquier persona que se muestre crítica con el régimen, la familia Obiang vive gastando dinero a espuertas haciendo gala de un modo de vida lleno de lujo y opulencia.
España, entre tanto, mira hacia otro lado constantemente, con independencia del signo del gobieron de turno. Ni PSOE ni PP han condenado jamás el régimen de Obiang. Los diferentes gobiernos españoles llevan tiempo dando públicamente su apoyo a la “democracia” de Guinea Ecuatorial.
Muchas personalidades de las altas esferas de España tiene negocios en Guinea Ecuatorial. Ese es el motivo por el que desde las diferentes legislaturas españolas jamás se ha hecho nada por condenar el regimen de Obiang. No solo no se ha condenado, sino que hay una cantidad enorme de empresas y grandes nombres relacionados con Guinea Ecuatorial, que opera como una especie de paraíso fiscal para España.
Ángel Moratinos, la familia Millet (Palau de la Música Catalana), la familia Roig (Mercadona), Florentino Fernández (presidente del club de futbol Real Madrid), José Manuel Villarejo (ex comisario de la Policía Nacional). La lista de personas influentes que se lucran a raíz de los negocios que tienen en el país africano todavía sigue.
Estos intereses económicos son los que están impidiendo que el documental El escritor de un país sin librerias esté teniendo más difusión de la que tiene, que está siendo bastante poca. Los grandes medios de comunicación españoles no se han pronuncia. Salvados, el programa de Jordi Évole que se dedica a denunciar todo tipo de injusticias e irregularidades. Pero, claro, cuando el director de la cadena de televisión en la que se emite el programa, Antonio García Ferreras es amigo cercano de Florentino Pérez (que tiene negocios en el país), parece ser que entonces no interesa destapar encándalos.
Por todo lo expuesto anteriormente, el documental está obteniendo muy poca atención. Ya no hablo solo de la difusión del mismo en prensa, sino del poco interés de las salas de cine en mostrar el documental. Está quedando muy claro que no interesa difundir un documental que es extremadamente crítico con el régimen de Teodoro Obiang Nguema. A España no le interesa que se sepa que cuando se retiró de Guinea Ecuatorial, dejó preparados los engranajes para que, a pesar de que el gobierno franquista se retiraba, el régimen dictatorial se perpetuase en el país.
Muchos de los archivos que documentan la relación entre Guinea Ecuatorial y España han sido materia reservada hasta hace muy poco tiempo. Y, a pesar de que se han desclasificado algunos archivos, sigo habiendo mucho que no sabemos de los vínculos entre España y Guinea Ecuatorial y su profundidad.
Por eso es importantísimo que vayas a ver el documental, que lo comentes entre tus contactos y que pongas el documental en conocimiento de las salas de cine de tu localidad y les animes para que la proyecten.
Rodar el documental fue realmente complicado. Desde la participación de algunas personas que tuvieron que mantenerse en el anonimato, hasta las fuentes de financiación de una película que no se sabía si se iba a poder finalizar. Parte del documental se financió a través de un proyecto de micromecenazgo en la plataforma Verkami, en el que participaron más de cuatrocientas personas aportando fondos.
Si no tengo mal entendido, hay una persona encarcelada tras el documental, y eso que no se ha podido visionar en Guinea Ecuatorial, evidentemente.
Tras la proyección del documental, hablando con el director, Marc Serena, reconocía que tenían miedo. El hecho de que el documental no se haya visto allí no quita que haya personas cercanas al régimen que sí lo hayan visto y que estén informando al gobierno guineoecuatoriano.
El escritor de un país sin librerías es una obra necesaria, sobre todo para aquellas personas que desconocen la historia y la cultura de Guinea Ecuatorial, estrechamente relacionadas con España. En los minutos que dura la película vas a aprender cuestiones relacionadas con la época colonial (y franquista) en Guinea Ecuatorial.
Más allá de eso también aprenderás sobre la situación actual del país de una forma cotidiana, a través del testimonio y las experiencias de las personas que residen en el territorio. Siempre es interesante conocer historias personales, pero todavía lo es más si puedes conocerlas de la mano de sus protagonistas, y esto es lo que te permitirá este documental.
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